¿Pudo visitar a Osvaldo o comunicarse con él? “Jamás. Tampoco me dejaron escribirle porque no estábamos casados. Algunas veces escribía alguna carta diciendo que era la madre o la hermana. Nunca más lo vi a ‘El Tordo’ -era su apodo- después de que lo detuvieron”. Liliana Montanaro respondió con congoja la pregunta de su abogado y representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Bernardo Lobo Bugeau. La viuda de Osvaldo de Benedetti declaró en la cuarta audiencia del juicio oral que determinará las responsabilidades de seis ex militares en el asesinato de su marido y padre de sus dos hijos, en 1978.
Desde España, la mujer graficó una historia familiar marcada por la incertidumbre y la ausencia, antes y después de que el miembro del PRT-ERP fuera detenido por última vez, en 1974. Ella también había militado en el PRT y había estado recluida.
“Mis hijos sí lo vieron, eran muy pequeñitos. Era muy riesgoso que fueran. Ahora lo pienso y debía ser muy grande el deseo que tenía de que pudieran verse. De llevar los nenes a la cárcel y que después me los devolvieran. Los podían seguir, los podían matar”, lamentó. Reivindicó la “valentía” de sus suegros (ya fallecidos) y rememoró una entrevista que tuvieron con el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez. “¡Cómo se animaron! Él se les rió en la cara”, aseguró.
Recordó que su esposo estaba recluido por una causa radicada en Tucumán y dependía del entonces juez Manlio Martínez (detenido recientemente por otro caso de delitos de lesa humanidad). Cargó contra el ex magistrado: “del juez me acuerdo porque es tristemente célebre. Estuvo directamente implicado en el fusilamiento de ‘El Tordo’. Fue el brazo civil de los militares”.
El secretario del Tribunal Oral Federal (TOF), Mariano García Zavalía, detalló que quedan sólo tres testigos que no pudieron declarar o que no pudieron ser notificados. El jueves, cuando se reanude la audiencia, podría presentarse alguno de ellos y está previsto que expongan dos peritos que analizaron documentación de la causa. “Después del mediodía comenzarían los alegatos. El 29 los imputados dirían sus palabras finales. Pidieron hacerlo cuatro de ellos”, adelantó.
De Benedetti fue detenido en 1974. Tras un derrotero que incluyó una decena de traslados por cárceles del país junto a otros detenidos, llegó a Villa Urquiza. En 1978, apareció muerto en el sur de la provincia, cerca de Caspinchango, tras un simulacro de fuga según la acusación fiscal. El TOF (integrado por los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga) juzgará a los imputados Camilo Colotti (el único en Tucumán), Jorge Gorleri, Alberto Lucena, Héctor Chilo y Jorge González Navarro (participan por el sistema de videoconferencia desde Córdoba y Buenos Aires).